viernes, 12 de febrero de 2010

La tumba misteriosa (XIV)


Con este capítulo finalizamos la apasionante saga del misterio de la tumba de Talpiot. Conocí esta historia durante la semana santa del 2009, cuando, a continuación de la película “La pasión de Cristo”, Antena 3 TV emitió un documental titulado “La tumba perdida de Jesús”. El documental, producido por James Cameron, -el conocido director de Avatar, Titanic o Terminator, entre otras películas de éxito- contaba la historia que les he narrado en los anteriores capítulos.

La tumba misteriosa (XIII)


Pero la tumba de Talpiot todavía guardaba una última sorpresa: en el último de los osarios, a la derecha del borde decorativo de una de las caras principales y bajo el borde de la tapa, los estudiosos encontraron la siguiente inscripción en arameo: “Yehudah Bar Yehshúah”, o lo que es lo mismo, Judas, Hijo de Jesús.

jueves, 11 de febrero de 2010

La tumba misteriosa (XII)


Mas no terminan aquí las sorpresas de la tumba de Talpiot. Cuando, años después de su descubrimiento, el Dr. Shimon Gibson, arqueólogo del Instituto Albright de Jerusalén, estudia el plano original de la tumba de 1980 y lo coteja con los osarios en poder de la Autoridad Israelí de Antigüedades, detecta una discrepancia: el plano indica que en la tumba se hallaron diez osarios, pero en los almacenes de la Autoridad Israelí de Antigüedades sólo figuran nueve. Uno de los osarios de Talpiot se perdió de algún modo y en alguna parte… sin ni siquiera haber sido catalogado ni fotografiado.

miércoles, 10 de febrero de 2010

La tumba misteriosa (XI)


El Dr. Andrey Feuerverger, profesor de estadística de la Universidad de Toronto, analizó la probabilidad de que la coincidencia de los nombres en los osarios de la tumba de Talpiot con los que aparecen en la Biblia fuesen el resultado de un capricho del azar. El estudio se basó en el análisis de las frecuencias de los nombres judíos en la época de Cristo, obtenidos por medio de fuentes arqueológicas o históricas. De acuerdo con la estadística, si estuviésemos en una calle atestada del Jerusalén antiguo y gritásemos el nombre de Jesús, nos respondería el 4% de los hombres; si gritásemos el nombre de Miriam nos contestaría el 25% de las mujeres. Ambos nombres eran, pues, comunes.

La tumba misteriosa (X)


Pero si el osario encontrado en la tumba de Talpiot con la inscripción “Mariamne e Mara” corresponde a María Magdalena, entonces surgen algunas preguntas...

martes, 9 de febrero de 2010

La tumba misteriosa (IX)


En 1980 los arqueólogos habían ya clasificado y catalogado cuatro osarios de la tumba de Talpiot con las inscripciones “Yehshúah Bar Yoshef” (Jesús, Hijo de José), “Mariah” versión latinizada de Miriam, “Matthiyah” o Mateo, y “Yosha”, un raro diminutivo de José. En un quinto osario encontraron la inscripción en griego “Mariamne e Mara” (Mariamne, la Maestra). “Mariamne” se tradujo como una forma poco frecuente de “Miriam”, pero, ¿tendría sentido encontrar dos Marías en la tumba de Jesús?


lunes, 8 de febrero de 2010

La tumba misteriosa (VIII)


En el monte de los olivos, sobre el lugar en el que, según San Lucas, lloró el Señor al ver la futura destrucción del Templo de Jerusalén, se alza hoy el santuario de Dominus Flevit, construido en 1891 por monjes franciscanos. En 1953, durante una reforma del monasterio, quedó al descubierto un cementerio de dos mil años de antigüedad. Bellarmino Bagatti, un arqueólogo muy conocido, excavó parcialmente la necrópolis, y tras estudiar los osarios, afirmó que pertenecían a los primeros seguidores de Jesús.

La tumba misteriosa (VII)


En 1980, la Autoridad Israelí de Antigüedades catalogó cuatro de los osarios encontrados en la tumba de Talpiot como osarios sin inscripciones. Pero eso no significa que no tuvieran nada: varios mostraban rosetas decorativas en los costados, y en el panel trasero del osario catalogado 80/506, se encontró una marca cruciforme (ver fotografía). Dicha cruz se descartó inmediatamente como símbolo cristiano y se identificó como una marca del artesano. En efecto: era costumbre habitual en el siglo I que los artesanos que elaboraban los osarios realizaran marcas en forma de cruz en algunas caras para indicar cómo debían de alinearse las tapas con las cajas. También era frecuente encontrar osarios con rosetas cruciformes empleadas como elementos decorativos, pero sin relación alguna con la simbología cristiana.

La tumba misteriosa (VI)


En Jerusalén, en la quinta estación de la Vía Dolorosa, el vía crucis que recorrió Jesús con la cruz a cuestas, se puede leer la siguiente inscripción: “Simoni Cyrenaeo. Crux imponitur”. Fue allí donde, según los evangelios, se produjo el encuentro entre Simón el Cireneo y Jesús, cuando, tras haber tropezado y caído con la cruz, Simón, que había venido desde Cirene, ayudó al Nazareno a cargar con ella. Simón y su hijo Alejandro se encontraban entre los primeros seguidores de Jesús. Los expertos están de acuerdo en afirmar que su osario fue hallado en 1941, aunque, curiosamente, hoy descansa ignorado debajo de un estante en un almacén del departamento de arqueología de la Universidad Hebrea. Los nombres de Alejandro, hijo de Simón (Alexandros Simonos), y Simón aparecen labrados en caras opuestas de dicho osario, sugiriendo que los restos de ambos personajes, hijo y padre, fueron depositados en su interior. En la tapa puede leerse “Cirene”, región de la Libia moderna.

domingo, 7 de febrero de 2010

La tumba misteriosa (V)


En capítulos anteriores vimos cómo en tres de los osarios de la tumba de Talpiot se habían encontrado cuatro nombres: Jesús, José, María, Mateo. En un cuarto osario los arqueólogos encontraron otra inscripción en lengua hebrea: “Yosha”, un raro apodo de José. Tan raro, que de todas las inscripciones de osarios jamás halladas, no hay otra en la que se escriba así el diminutivo de José. Según la ley judía, si alguien tiene un apodo, éste se ha de poner en su ataúd o sepulcro.

La tumba misteriosa (IV)


Si el osario encontrado en la tumba de Talpiot con la inscripción “Mariah”, al que aludíamos en el capítulo anterior, fuese el de la virgen María, esperaríamos hallar en la tumba familiar otros nombres relacionados con su genealogía. La pregunta es: ¿se ha encontrado algún nombre en el resto de los osarios con inscripciones que podamos vincular a la madre del Jesús bíblico?

La tumba misteriosa (III)


El Jesús de los evangelios fue hijo de de María y José. Pero lo que mucha gente no sabe es que según la tradición cristiana tuvo dos hermanas: Miriam y Salomé. Y el evangelio de San Mateo nos dice que tuvo cuatro hermanos: Simón, Judas, Jacob (Santiago) y José.

La tumba misteriosa (II)


El primer osario contenía en una de sus caras la inscripción “Yehshúah Bar Yoshef” (Jesús, Hijo de José) escrita en arameo con trazos poco elaborados. El primer nombre aparecía precedido por una marca en forma de cruz de significado desconocido. Los nombres de Jesús y José eran relativamente comunes en el s. I, así que el descubrimiento pasó bastante desapercibido.

sábado, 6 de febrero de 2010

La tumba misteriosa (I)


El 28 de marzo de 1980, un grupo de obreros que construían un bloque de apartamentos en la localidad israelí de Talpiot, al sur de Jerusalén, descubrieron la entrada a una tumba familiar del siglo I. Las excavadoras destruyeron un muro y parte del tejado, pero revelaron una entrada decorada con un símbolo formado por un círculo encerrado bajo una V invertida (ver foto).En los meses posteriores se realizó la excavación de la tumba por arqueólogos de la Autoridad Israelí de Antigüedades (IAA).